Traducciones
Anneliese Schütz no es una traductora profesional. No consigue trasladar al alemán el tono juvenil de Anne. Además, busca adaptar el contenido del texto al público alemán: para no ofenderlo, cambia o suprime pasajes en los que Anne hace comentarios despectivos sobre Alemania y los alemanes. También reordena el texto de forma tal que los orígenes alemanes de la familia Frank no son evidentes para los lectores.
En 1950, la editorial Lambert Schneider de la ciudad Heidelberg lo publica con una tirada de 4'500 ejemplares. Cinco años después, Fischer-Bücherei publica una edición de bolsillo. El prefacio anterior, de fuerte impronta política, se sustituye por una introducción neutral que no menciona la persecución de los judíos.
También en 1950, la editorial Calman-Lévy publica una traducción al francés, a cargo de Tylia Caren y Suzanne Lombard, bajo el título Le Journal d'Anne Frank. El periodista estadounidense Meyer Levin, quien después de la guerra trabaja como corresponsal en Europa e informa sobre las atrocidades cometidas en los campos de concentración, lee el Diario de Anne Frank, se pone en contacto con Otto Frank y se compromete a ayudarlo en la búsqueda de una editorial en el mundo anglófono.
El proyecto tiene éxito: en 1952 las editoriales Doubleday (en los Estados Unidos) y Vallentine, Mitchell & Co. Ltd (en Gran Bretaña) publican The Diary of a Young Girl. Eleanor Roosevelt, ex primera dama de los Estados Unidos, escribe el prólogo. El libro se convierte en un éxito de ventas, en parte gracias a las buenas reseñas de Meyer Levin. Se imprimen tres ediciones en muy poco tiempo.