El Diario de Anne Frank es mundialmente conocido. Sin embargo, pocas personas conocen el vínculo de Anne Frank y su familia con Suiza, y cómo fue que Otto Frank dio a conocer el legado de su hija en todo el mundo desde Basilea. Esta nueva exposición del Museo Nacional de Zúrich echa luz sobre la labor de la familia Frank-Elias en Suiza.
La historia de la familia Frank es representativa del destino de innumerables familias judías durante la Segunda Guerra Mundial: emigración, huida, deportación y asesinato. Desde mediados de los años noventa, la tarea de mantener viva la memoria del Holocausto ha adquirido una importancia creciente. Así, esta exposición pone en diálogo la huida de la familia de Anne Frank a Ámsterdam, en los Países Bajos, con el exilio de sus parientes en Basilea, Suiza. Conocer las historias paralelas de las dos ramas de la familia durante la Segunda Guerra Mundial permite tomar conciencia de las amenazas específicas que se cernían sobre las personas judías en esos dos pequeños estados europeos.
La exposición presenta como elemento central un facsímil del Diario de Anne Frank y va construyéndose a partir de sus relatos. Transmite las condiciones en las que surgieron los textos y explora la historia de su impacto. A través de objetos, fotografías y documentos, la muestra permite conocer la vida de la familia. Gracias a la cooperación con el Fondo Anne Frank de Basilea y el Centro Familia Frank de Fráncfort, que reúne los archivos familiares, la exposición despliega un relato verídico y ofrece una mirada de la vida cotidiana en ese momento específico de la historia, incluyendo la política de asilo y de ayuda a los refugiados en Suiza durante la Segunda Guerra Mundial.
En la inauguración de la exposición, Raphael Gross, presidente del Museo Histórico Alemán y responsable de la edición crítica de los Diarios de Anne Frank, se refirió al papel de Otto Frank en la tarea de dar a conocer el Holocausto. En su discurso, Alain Berset, Consejero Federal de Suiza, expresó que los testigos van siendo cada vez menos y que las generaciones futuras tienen la responsabilidad de seguir dando a conocer el Holocausto.
La exposición se acompaña de un amplio programa educativo.