Primera edición neerlandesa del año 1947.
«Deberíamos dejar de dar lecciones de historia y empezar a enseñar las lecciones de la historia», escribió Otto Frank hace unos sesenta años. Había perdido a sus dos hijas, Margot y Anne, y a su esposa Edith en la Shoá, durante el genocidio nacionalsocialista.
Con la temprana edición del Diario de su hija Anne, Otto Frank tomó la decisión de dar testimonio y hacer públicas las historias de las demás personas escondidas. Fue una decisión muy difícil en aquel momento, pero tuvo consecuencias trascendentales.
A 75 años de su primera publicación, el Diario es hoy parte de la literatura universal y una de las publicaciones más significativas sobre la Shoá. Sin embargo, «la hostilidad hacia los judíos, la discriminación y la negación de la Shoá siguen a la orden del día», afirma John Goldsmith, presidente del Fondo Anne Frank de Basilea.
Cuando Otto Frank fundó el Fondo Anne Frank en 1963 ya era consciente de que, incluso tras los asesinatos masivos de Auschwitz, la sociedad civil se enfrentaría por años al desafío de la paz. Fue con esa visión de trabajo por la paz que creó esta fundación, designándola única heredera y representante del legado de la familia.
El Fondo Anne Frank es responsable de la publicación en todo el mundo de la edición definitiva del Diario de Anne Frank. Todo lo recaudado se destina a la promoción benéfica de la paz y el diálogo.
La misión del Fondo de trabajar por una sociedad basada en el «nunca más» sigue siendo el punto de partida para el actual presidente, John Goldsmith: «No era la venganza ni la resignación lo que movía a Otto Frank, sino la responsabilidad civil».
Desde hace más de sesenta años, el Fondo Anne Frank de Basilea apoya cientos de proyectos de la sociedad civil en todo el mundo. En colaboración con UNICEF, muchos de estos proyectos promueven los derechos de las infancias.
En una entrevista de 1979, Otto Frank dijo: «Ya no podemos cambiar lo que ha sucedido. Lo único que podemos hacer es aprender del pasado y tomar conciencia de lo que significa la discriminación y la persecución de personas inocentes».
En el 75.º aniversario de la publicación del Diario, en medio de tiempos tan difíciles, tal convicción parece ser más relevante que nunca y, en palabras de John Goldsmith, «el Diario de Anne Frank, un manifiesto de ello».